miércoles, 24 de marzo de 2010

La División Administrativa del Territorio Nacional

Sobre la base de las características físicas de los espacios que lo conforman, el Estado chileno ha dividido el país en unidades político-administrativas, en su afán por lograr una eficiente administración y un adecuado control de los territorios.

Las diferentes divisiones provinciales que se ensayaron desde la Independencia tenían en común su carácter centralista: todas las decisiones que afectaban a las provincias, se tomaban en Santiago. Solamente a partir de 1960 se comenzaron a dar los primeros pasos hacia la regionalización.
La regionalización, vale decir, la organización territorial en áreas de determinadas características que se estructuren en un sistema integrado a nivel nacional, se concibe como un instrumento de gobierno de participación y administración. En base a esto, con la creación de la CONARA (Corporación Nacional de Reforma Administrativa) el 13 de julio de 1974, se comenzó a implementar un proceso de regionalización que culminó en nuestra división político-administrativa actual. Ella comprende 13 regiones, 51 provincias y 336 comunas.
Para que una región tenga el carácter de tal, se establecieron los siguientes requisitos:
a) Debe contar con una dotación de recursos naturales que avale una perspectiva de desarrollo económico de amplia base, compatible con el ritmo de crecimiento que se desea imprimir al país.
b) Debe poseer una estructura urbano-rural que garantice un nivel de servicios mínimos a la población regional.
c) Debe existir un lugar central que actúe como núcleo de la estructura económico-espacial de la región y oriente su dinámica de crecimiento.
d) Debe contar con una base de población suficiente para sostener por sí misma un ritmo de crecimiento mínimo, actuando como fuerza de trabajo y mercado de consumo.
e) Debe caracterizarse por una delimitación y situación geográfica que, en casos particulares, expresen el cumplimiento de los objetivos de seguridad nacional.
f) Debe poseer un tamaño que la haga eficiente desde el punto de vista de la administración territorial y el manejo de los recursos con decisión regional y que permita que la región actúe como eslabón entre los intereses locales y nacionales, y sea eficiente para justificar la localización en ellas de equipos técnicos especializados.

Objetivos de la Regionalización
a) Readecuación de la división político-administrativa del territorio, que por una parte posibilite el desarrollo y por otra la seguridad interior del Estado.
b) Una organización administrativa descentralizada, en función de unidades territoriales definidas, con adecuados niveles de capacidad de decisión y que permita despejar la capital de todas las tomas de decisiones.
c) Una jerarquización de las unidades territoriales.
d) Una dotación de autoridades y organismos en cada unidad territorial con las mismas facultades de decisión, haciendo así más independientes a las regiones para que cada una adapte sus políticas a sus propias necesidades.
e) Por último, la integración de todos los sectores mediante instituciones que los obliguen a proceder en conjunto.
Una Región se define como la unidad territorial mayor, con características geográficas relativamente semejantes. Posee población suficiente para impulsar su desarrollo y un centro administrativo o lugar central que actúa como impulsor de las actividades regionales.
Una Provincia es una unidad territorial de tamaño intermedio, que se delimita en función de un conjunto de entidades pobladas urbanas y rurales, unidas por un sistema de vías de comunicación convergente a un centro urbano principal.
Una Comuna es la unidad territorial menor, que tiene por objeto satisfacer los intereses locales y necesidades más específicas de los habitantes del lugar.